El relleno de doña Juana y la cuenca del río Tunjuelo

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Por: Mariana Liceth Pedraza Acevedo
Twitter: @UnaGotadeLuz

Al sur de nuestra Bogotá, entre el barrio Las Quintas y Mochuelo Alto en la localidad de Ciudad Bolívar, se encuentra Doña Juana que como si se tratara de una utopía, parece el nombre de la mujer más dulce que haya encontrado. Pero a su vez, una llena de fortaleza, de fuerza, por todo lo que le ha pasado y lo que aún le falta por vivir. A su lado, quien la acompaña y con fuerza resiste su presencia, sus residuos y sus cúmulos gigantes de basura, la cuenca del río Tunjuelo, que con una resistencia sin igual, intenta a toda costa no desfallecer

A Doña Juana hoy llega la basura que diariamente generamos los habitantes de Bogotá, que según el operador del relleno, son aproximadamente 6000 toneladas. Estas basuras al ser enterradas y luego almacenadas generan lixiviados que contienen materiales químicos peligrosos y tóxicos provenientes de diversas actividades industriales. (1)

A pesar de la existencia de una planta de tratamiento de lixiviados en el relleno, no es suficiente, ya que parte de estos van a parar directamente a la cuenca del Río Tunjuelo, siendo actualmente la que presenta el mayor índice de contaminación de todas las cuencas hidrográficas de Bogotá. Otra parte de los lixiviados pasa a contaminar las aguas subterráneas. (2)

A menos de 200 metros de Doña Juana, aunque según la reglamentación deberían ser 2000 mts, se encuentra el barrio Mochuelo Bajo y Alto, los eternos acompañantes de Doña Juana, los que la han acompañado a pesar del peligro que representa vivir allí. Su cercanía trae consigo enfermedades de piel, problemas respiratorios y constantes problemas de plagas (3), a pesar de esto la acompañan en su gran grito de dolor, de un “pare” antes de que esta no pueda sostenerse mas en pie y desfallezca como ya ocurrió en el 97 cuando la gran Doña Juana no resistió más y se derrumbo. (4)

Al pasar por el relleno de Doña Juana y ver esas montañas llenas de basura es cuando nacen las preguntas: ¿realmente el tapar lo que creemos que no nos sirve es realmente la solución? y, ¿hasta cuando la naturaleza debe ser la culpable de esconder aquello que nosotros desechamos?. Ya que lo que no queda enterrado se lo tiene que llevar el agua,como una gran paradoja, que nos muestra que a pesar de creernos tan evolucionados, contaminamos lo más esencial para vivir.

Hace algunos meses la Administración Distrital decidió implementar el programa Bogotá Basura Cero. Una gran apuesta para la ciudad, que aunque un poco improvisada, muestra  un cambio en el cómo manejar las basuras y no simplemente el dejar que el carro recolector se lleve todo aquello que nosotros no queremos.

Una apuesta tal vez para medir nuestro nivel de conciencia y ver cómo, aunque generamos el problema, podemos hacer parte de la solución  implementando el reciclaje pero sobretodo, preguntándonos si cada cosa que compramos y consumimos es netamente necesaria.

Al programa Basura Cero aún le faltan muchos detalles y tal vez esté algo débil, pero lo cierto es que para que sea exitoso, depende de nuestra ayuda. Por mi parte no soy ni política, ni partidista, ni seguidora del Alcalde, pero si apoyo que por lo menos se genera un cambio en la manera de percibir la basura.  Además, de comprender que el problema de basuras no solo está en que una calle esté sucia o que se estén amontonadas basuras en algún lugar, si no en donde van a parar estas. Además, si se ha protestado tanto sobre como luce Bogotá con basura en sus calles, también hay que reflexionar sobre como es el panorama de los vecinos de Doña Juana.

Generemos un descanso para nuestra Doña Juana, que tanto ha resistido, y demos una oportunidad para la cuenca más contaminada de Bogotá de ser recuperada y por que no, ver algún día nuestros ríos con piedras y no con cemento, como paradójicamente ocurre en la localidad de Usme, vecina del relleno, en donde el verde exalta y sus ríos cantan.

Con esto quiero invitarlos a conocer el Río Tunjuelo y el Río Bogotá antes de estar contaminados, apreciemos como son sus aguas transparentes cuando nacen en el Páramo de Sumapaz y Guacheneque. Los invito a pasar por los pequeños ríos que atraviesan nuestra ciudad, a los cuales hoy llamamos caños, a visitar un humedal, pasar por las quebradas que son como las arterias que alimentan nuestra ciudad y para que, antes de taparse la nariz, recordemos que como lo dicen los abuelos muiscas (mhuyscas), el agua que corre por la ciudad es el reflejo del pensamiento de sus habitantes.

Por último: El problema de basuras no nace en el relleno Doña Juana ni termina cuando pasa el carro recolector.

Referencias:

  1. Relleno Doña Juana, www.cgrdonajuana.com
  2. Batallas por la cuenca del Tunjuelo, www.banrepcultural.org
  3.  Los vecinos del basurero , www.kienyke.com
  4. 10 años de la Tragedia Ambiental de Doña Juana, gquimbayo.wordpress.com

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2 comentarios

  1. «A menos de 200 metros de Doña Juana, aunque según la reglamentación deberían ser 2000 mts, se encuentra el barrio Mochuelo Bajo y Alto»

    respecto a esto, me gustari saber que ley es

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2 thoughts on “El relleno de doña Juana y la cuenca del río Tunjuelo

  1. «A menos de 200 metros de Doña Juana, aunque según la reglamentación deberían ser 2000 mts, se encuentra el barrio Mochuelo Bajo y Alto»

    respecto a esto, me gustari saber que ley es

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