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Por: Tatiana Muñoz Martínez.
Vivo en el barrio Bonanza hace dos años, mismo tiempo que conozco al humedal Santa María del Lago, al cual voy todos los fines de semana y a veces entre semana cuando mi trabajo me lo permite. Es un sitio sagrado para mí, el contacto directo con la naturaleza me relaja bastante, me ayuda a despejar mi mente y aclarar mis ideas. Valoro enormemente que pueda disfrutar de la naturaleza en pleno corazón de Bogotá.
Además de meditar, disfruto el avistamiento de aves que gracias a la página de la Fundación Humedales Bogotá he podido identificar en el humedal.
El domingo primero de junio pasado, en el sitio donde generalmente me ubico para realizar mis meditaciones, tuve una grata sorpresa que jamás imaginé: vi un búho. No podía creer que viera un búho tan hermoso en plena ciudad. Como no tengo Smartphone, no pude tomarle fotos. Me devolví un poco triste ese día por no poderlo fotografiar, pero al día siguiente volví con la ilusión de verlo nuevamente. Mi hermosa sorpresa fue que ya no vi un búho sino dos, supongo que eran una pareja cuidando su nido (en este caso si llevaba mi cámara por lo que pude fotografiarlos). El avistamiento corresponde al búho listado (Pseudoscops clamator).
Aunque sé que estos preciosos animales hacen parte del hábitat de los humedales bogotanos, observarlos fue algo mágico, no sólo por verlos libres (y felices) sino que su presencia me evoca lo que ellos representan: paciencia y sabiduría. En una ciudad donde todos vivimos de forma acelerada, ver la tranquilidad de ambos búhos me hace pensar sobre la vida que estamos llevando, lo que le hacemos a diario a la ciudad, al ambiente y a nosotros mismos, por el afán, por esa carrera contrarreloj que no nos permite disfrutar las maravillas de la vida y de la naturaleza.
No sólo fue emocionante verlos sino que me hicieron reflexionar lo hermosa que es la vida, la naturaleza, los animales y que nosotros como parte de este mundo no la disfrutamos. Cuánta paciencia y sabiduría nos hace falta para contemplar esas pequeñas cosas que engrandecen nuestra existencia. Enhorabuena la naturaleza me dio el regalo de ver estos dos maravillosos seres.
Autor: Tatiana Muñoz Martínez, ingtatiana@hotmail.com.
Que buen articulo, me hizo volver a tomar conciencia de las cosas sencillas de la vida que son las más valiosas y no hay que pagar por ellas en esta época de consumismo, si las tenemos en nuestras manos y a veces nos olvidamos de ellas.
Bellas aves y gran apreciación de la naturaleza de la escritora.
Bella anécdota.
Me gusta la apreciación de Tatiana y por mas que el hombre en su «desarrollo», la naturaleza nos muestre lo simplemente grandioso de la vida,»adaptándose» a circunstancias tan desfavorables.
Gracias por tu compartir
Hola vivo en kennedy el dia 27 de Junio vi un buho y waoooo son hermosos … majestuoso supongo que por esto de la cuarentena y el silencio de la ciudad se han aventurado a salir de su habitat