Problemática de los perros ferales en los humedales de Bogotá.
El biólogo Enrique Zerda de la Universidad Nacional describe a estos animales como perros que pierden el contacto con los humanos, son perros abandonados, que se independizan de los humanos y regresan a su condición natural, conformando jaurías similares a las de los lobos y se presentan casos en algunos de los humedales de Bogotá.
Existen muchos rumores de que estos animales ferales, atacan a las personas, lo cual es falso, por el contrario, huyen de los seres humanos, prueba de ello es la foto en la parte superior, que fue tomada aproximadamente a 10 metros de distancia, nos temen porque nos ven como sus predadores, sin embargo, el biólogo advierte que si una hembra tiene crías, estos pueden reaccionar como método de defensa.
Debido a esas falsas creencias, se presentan matanzas, es decir sus derechos son doblemente violados, en principio son abandonados y posteriormente son víctimas de violencia indiscriminada, sin embargo existen personas, de barrios aledaños que en ocaciones les brindan comida.
En esta oportunidad encontramos esta vivienda en la ronda del humedal Tibabuyes ó de Juan Amarillo, la jauría de perros ferales se encontraba cerca a la casa improvisada, por cuanto existe la probabilidad que a pesar de adaptarse a vida silvestre pueden interactuar con humanos en ciertos casos.
En el estudio del biólogo Zerda a perros ferales del humedal La Conejera, revela que los animales lejos de ser una amenaza para la fauna silvestre, son por el contrario controladores biológicos, cazadores natos de roedores. En algunas ocasiones, se dice, que cazan Tinguas, pero es baja la probabilidad que ello pase por el espacio en que las aves habitan, la amenaza más constante es la caza de animales domésticos, las gallinas son una de las presas más apetecidas.
Dialogando un poco con una de las personas de seguridad de la fundación Funambiente encargada del humedal de Juan Amarillo, nos comentaba como él era testigo de cuevas de perros ferales a la altura de la Av. ciudad de Cali, donde se reproducían. La recomendación de Enrique Zerda es realizar jornadas de esterilizaciones y vacunación, siendo una amenaza, el contagio de rabia.
Como todos los problemas y amenazas de los humedales en Bogotá, son causadas por nosotros los humanos y cuando pretendemos enmendarlo ya es un conjunto de problemas mucho más difíciles de solventar. Esperemos surjan propuestas para manejar este tema de una forma adecuada.
Entrevista de Planeta Caracol a Enrique Zerda.
Porqué es «baja la probabilidad que ellos pasen por el espacio en que las aves habitan» son excelentes nadadores, innatos, además los cuerpos de agua no son muy profundos. Lo único que se me ocurre es que su desplazamiento sea ruidoso, lo que posibilita la oportuna fuga de las aves, pero los nidos pueden quedan vulnerables.