Por: Lorena Téllez
Desde del pasado fenómeno de la niña se hicieron evidentes muchos lugares que le corresponden al agua y a todos aquellos que la buscan incansablemente porque tal vez “saben” que sin ella no hay vida.
Saliendo de Chía, al lado occidental de la «ejemplar» Universidad de la Sabana y limitando con el caminante víctima de tantos atropellos, el río Bogotá, se forma un espejo de agua de tamaño significante que suele cubrir una pequeña casita que se encuentra en el centro de su majestuosidad (figura 1). Este lugar fue escogido para regar las aguas que inundaron a la Universidad en la primera temporada de lluvias del año pasado (2011). Entre el borde del río y, el que por ahora llamaremos espejo de agua, se repasa un jarillón que intenta interrumpir la relación entre estos dos cuerpos de agua (figura 2), ¡y con razón!, pues si no se hace, muy probablemente se inunde la vía de la salida vehicular de Chía. Pero ¿por qué? Porque alguien más ya le quitó el espacio de amortiguación del río como si fuera una gran hazaña.
Figura 1. La zona entre el polígono azul claro es el lugar donde se ubica el Humedal creado a partir de las últimas épocas de lluvia al lado occidental de la carretera de salida de Chía, Cundinamarca. Imagen tomada de Google Earth, modificada por Lorena Téllez.
Figura 2. Imagen de la zona inundada aledaña a la carretera de salida de Chía, al occidente de la Universidad de la Sabana.
Este cuerpo de agua puede ser definido como un humedal, pues está cumpliendo con las condiciones que establece Ramsar para que lo sea: 1) es un cuerpo de agua que no excede los 6m de profundidad, y 2) es un lugar de refugio para aves acuáticas, probablemente algunas de ellas de tipo migratorio. Adicionalmente, es un lugar de amortiguación al río, que si no estuviera, muy seguramente se estarían inundando más zonas cercanas a la ronda en las épocas de crecientes.
Ya podemos encontrar en él vegetación típica de humedal como lo es el junco triangular Schoenoplectus californicus(Cyperaceae), el buchoncito de agua Limnobium laevigatum (Hydrocharitaceae), y algunas platas flotantes que sirven de alimento a las tinguas y fochas como el helecho de agua Azolla filiculoides (Azollaceae). Adicionalmente, se puede observar otras especies vegetales como el barbasco Polygonum punctatum (Polygonaceae) (figura 3).
Figura 3. En la fotografía de la izquierda se puede observar el junco atrás del espejo de agua. En la derecha, buchoncito de agua y helecho de agua.
Dentro de la avifauna se observó tingua pico rojo Gallinula galeata (Rallidae), focha común Fulica americana columbiana (Rallidae), tingua pico verde Gallinula melanops bogotensis (Rallidae), Pato turrio Oxyura jamaicensis andina (Anatidae) y tiranuelo Salta arroyo Serpophaga cinerea (Tyrannidae).
A pesar de las circunstancias, este humedal nos demuestra la necesidad que tiene nuestra biodiversidad de tener un hábitat que le brinde las condiciones mínimas para sobrevivir y reproducirse. La vida no es exigente, solo necesita que se le respete y apoye. Ahora esperemos que la Alcaldía de Chía, y más importante aún, su población, valoren sus ecosistemas y propongan planes para su conservación, evitando que los intereses de algunos pocos pasen por encima de los de la población que se está viendo afectada por las malas decisiones de los gobernantes. En este caso no solo es la población de Chía la que se afecta, sino todas aquellas que tienen que ver con el río Bogotá, que si se ve desde el punto de vista complejo, a la final resultamos siendo todos.
Lorena Téllez
La redacción del primer párrafo del artículo no es buena.
A propósito, un gran espejo de agua permanece en el municipio de cota después del puente de siberia. También es producto de la pasada ola invernal.
Gracias Lorena por esta visión clara de cómo los espacios del agua en la sabana están vivos y continúan vigentes ante nuestras mas agresivas invasiones a las zonas de amortiguación de nuestro rio capitalino. Hermosas fotos de la avifauna que se incorpora y sobrevive en aquellos espacios que nos retornaron las recientes épocas lluviosas.