Por: Jorge Emmanuel Escobar Moreno
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El pasado 11 de enero visitamos el humedal Tibabuyes – Juan Amarillo, un ecosistema con mucho potencial, pero con varias afectaciones por parte de la pasada administración Distrital. Con esta visita, tenemos la primera entrega del año 2020 de #ReporteHumedales
Al ser un ecosistema de gran tamaño, el humedal más grande de Bogotá con 222,76 ha, realizamos una parte del total de su recorrido, por la localidad de Engativá, desde la carrera 119 con calle 90, lugar dónde se están haciendo las obras del polémico «Parque Colsubsidio» y las obras del proyecto «Conexión Corredor Ambiental Humedal Juan Amarillo», hasta la chucua de los Curíes. Por lo anterior, vamos a necesitar varias visitas para realizar todo el cubrimiento del humedal y vamos a necesitar varios informes del #ReporteHumedales.
Parque Colsubsidio
Las obras aún no terminan, pero ya se tienen varios sectores terminados, canchas sintéticas y amplios senderos en concreto, los cuales son los principales aspectos a resaltar, los dos son impactos importantes para el humedal Tibabuyes – Juan Amarillo. Ya en varios artículos lo hemos escrito, la diferencia radica en que estos dos tipos de coberturas de suelos, generan un efecto de impermeabilización, que evita que el agua se infiltre y pueda recargar acuíferos, además de perder áreas verdes que nos ayudan para mitigar efectos del cambio climático.
Estes es uno de los mensajes que se pueden ver en las latas que separan a la ciudadanía de las obras en proceso del Parque Ciudadela, y varios de ellos apuntan a la falta de participación y socialización de los proyectos que allí se adelantan.
Proyecto «Conexión Corredor Ambiental Humedal Juan Amarillo»
Este proyecto, que ya está en obra, como se puede ver en las fotografías, ya se construyeron los cimientos y los pilotes del sendero elevado, una intervención de alto impacto, que sin duda lo convierte en uno de los proyectos más perjudiciales para los ecosistemas de humedal en Bogotá. De manera anticipada lo denunciamos acá en la página Web en noviembre del año 2018, en esa oportunidad rescatamos 14 argumentos de las principales problemáticas del proyecto, en el artículo: «Desconexión en el Humedal Juan Amarillo – Tibabuyes«.
Continúan las obras
Caminando por el jarillón antes de llegar a la chucua de los Curíes se puede ver en el borde norte del humedal, en la localidad de Suba, se ven los avances de la obra de la construcción del «corredor ambiental borde norte del tercio alto del humedal Juan Amarillo» con el contrato 1-01-26100-1461-2018 consorcio Ayal Juan Amarillo, una obra que que al igual que las dos anteriormente mencionadas, no han tenido la socialización pertinente y son proyectos con poca legitimidad, que afectan gravemente el ecosistema. Al lugar no se permite el ingreso y es difícil tomar evidencias.
Aspectos positivos humedal Tibabuyes
Durante el recorrido pudimos evidenciar cómo se ha mantenido el espejo de agua que se abrió nuevamente hace unos años, en el año 2016, allí pudimos presenciar aves acuáticas, entre tinguas y patos canadienses.
De igual forma el bosque que se encuentra justamente entre el humedal y las obras anteriormente mencionadas, un bosque que costó mucho tiempo, esfuerzo y dinero que se consolidará, durante muchos años, se plantaba en ese sector y pasaban los hatos ganaderos, arrasando los árboles. Con el tiempo, con algunos altibajos, durante esta última década se puedo avanzar en la protección de la flora y se controló de a pocos el paso desmesurado de las vacas. Hoy tenemos árboles entre los 4 y 6 metros de altura, en su mayoría especies nativas, creando otro panorama para el sector y de paso mayor protección para el humedales con hábitat y alimento para la fauna, que dan una esperanza en medio de tantos conflictos.
La biodiversidad sigue siendo uno de los aspectos positivos de este ecosistema, durante este recorrido de 3 horas aproximadamente, vimos 14 especies de aves, Patos canadienses (Spatula discors), Playero Solitario (Tringa solitaria), Tingua de pico amarillo (Fulica americana), Sirirí (Tyrannus melancholicus), Carbonero (Diglossa humeralis), Garrapatero (Crotophaga major), Mirlas (Turdus fuscater), Copetones (Zonotrichia capensis), Garza ganadera (Bubulcus ibis), Golondrina sabanera (Progne tapera), Coquitos (Phimosus infuscatus), Alcaravanes (Vanellus chilensis), Chamones (Molothrus bonariensis), además 10 individuos de Curí (Cavia aperea ssp. anolaimae), un buen número además, que los pudimos ver sin mayor esfuerzo. Lastimosamente no pudimos ver en esta ocasión a la tingua bogotana.
La Chucua de los curíes
Durante las últimas décadas se ha denominado a este sector como uno de los más biodiversos de todo el ecosistema, allí se pueden ver con facilidad los curíes, durante este recorrido pudimos ver 10 individuos, además es otro de los pocos sectores en Bogotá donde aún podemos ver la Tingua bogotana.
En esta oportunidad vimos una chucua bastante seca, con presencia de residuos sólidos y en aumento de Kalanchoe y en los bordes de retamo espinoso, ambas plantas con alto potencial invasor.
En el extremo occidental de la chucua de los curíes, sobre la ciclorruta que bordea el ecosistema, se encontraba protegiendo el ecosistema un matorral de mora silvestre, en esta oportunidad vimos que fue retirada y ya se ven rastros de ingreso de personas y residuos sólidos que afectan la salud y la tranquilidad de la biodiversidad.
El Canal Bolivia
Este canal ha sido un dolor de cabeza para el humedal, si bien aporta agua al ecosistema, su calidad no es la mejor y es una fuente constante de residuos sólidos que hoy tienen al sector medio del humedal Tibabuyes en malas condiciones. La reja que cumplía la función de represar los residuos está en muy malas condiciones y la disposición de los residuos por parte de la ciudadanía canal arriba nada que mejora.
Espejo de agua del tercio medio
Un espejo de agua, que se encuentra en la chucua de los curíes y que recobró vida en el año 2014, hoy está en una situación lamentable, los residuos y las especies oportunistas han hecho su trabajo, a continuación mostrarémos una foto comparativa de ambas épocas. Todo esto en poco tiempo, posterior al reporte que realizó Aguas de Bogotá donde publican fotos de una jornada de mantenimiento el 25 de octubre de 2019.
Espejo de agua 2014 / Espejo de agua 2020
El humedal Tibabuyes y lo que viene
Sin duda el humedal Juan Amarillo – Tibabuyes es uno de los ecosistemas más golpeados por los proyectos de la administración de Enrique Peñalosa y lo convierte en uno de los mayores retos para la alcaldía de Claudia López, es la opotunidad para corregir el camino, legitimar el proyecto y abrir las puertas de la participación a la ciudadanía.
El profesor Germán Andrade una vez nosotros publicamos que habíamos visitado el humedal Tibabuyes, sugirió lo siguiente:
El humedal más grande de Bogotá. Historia de logros y errores. Gran potencial. ¿Que tal sitio piloto para enderezar el rumbo? @humedalesbogota https://t.co/1J3MDomorD
— German I. ANDRADE (@GIAndradeP) January 11, 2020
Sin duda me parece una gran idea, implementar un plan piloto, que permita mitigar los daños realizados en el pasado y pueda potenciar al más grande de nuestra capital.
Por otro lado nuestros amigos del Grupo Ecomunitario nos muestran una gran idea que ayudaría a mitigar las orillas en concreto que construyó Enrique Peñalosa en su primera administración:
Que tal está idea para mitigar las orillas duras del H Tibabuyes. Así aumentar la calidad del hábitat de orilla para aves, libélulas, insectos polinizadores y otra fauna beneficiosa. #SolucionesBasadasEnLaNaturaleza buenas, bonitas y baratas desde Napa, California. https://t.co/HOYWhJSzqL pic.twitter.com/LFHJoeMTln
— Grupo Ecomunitario (@GrpEcomunitario) January 11, 2020
Por último agradecer a las personas que nos acompañaron en el recorrido y en especial a Glady Cifuentes, defensora del humedal Tibabuyes.
Reportaje fotográfico del humedal Tibabuyes – Juan Amarillo
En Diciembre del 2019 verifique y reporte a la Fundación Natural Planet vertimientos liquidos con alta carga contaminante en el Canal Bolivia cerca a la calle 86 ( carrera 104 ), la cual se dirige a la Chucua de Los Curies.
Jorge Escobar, es realmente triste ver como se van acabando nuestros espejos de agua, solo por el gusto de algunos adinerados para poder sacar provecho, no todo es malo algunos espejos de agua se han recuperado pero esto es como un contentillo. En mi camino diario hacia mosquera (suba-mosquera), veo varios humedales donde alrededor hay grandes industrias, y varios de estos espejos lastimosamente están desapareciendo, se supone que desde el marco de producción mas limpia y sostenible, esto está prohibido, pero me uno y cuenta conmigo para poner la lupa y en cintura a estas empresas, soy estudiante de gestión ambiental y espero ejercer esta profesión donde uno de mis objetivos es mejorar la calidad de vida medio ambiental y socialmente sostenible en los lugares que estén impactados.
En Noviembre del 2020 se realizó limpieza del Canal Bolivia y del espejo de agua de la Chucua de Los Curies e instalaron una malla de alambre alta cerca de la entrada de la Chucua como trampa para los residuos sólidos y he notado que ha disminuido la densidad de los residuos que se acumulan antes de la entrada al humedal.
Sin embargo el estado de la Chucua de Los Curies es que cada vez pierde más su cuerpo de agua por secamiento y terrificacion por el déficit hídrico que sufre desde que fue separada por el jarillon que construyeron para separarlo del Rio Juan Amarillo o Salitre desde la decada del cincuenta, también por la contaminacion por aguas residuales que vienen del Canal Bolivia y por la invasión de plantas acuáticas y terrestres que están quitandole el área de humedal y transformando el ecosistema por la susecion vegetal que avanza cada vez mas.