Por: Jorge Emmanuel Escobar Moreno
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En la última década hemos visto con mayor presencia aves que no eran frecuentes en Bogotá, aves que habitan normalmente en tierras más bajas y que hoy son residentes en los humedales y diferentes ecosistemas en la capital Colombiana.
Según el «Reporte de estado y tendencias de la biodiversidad continental de Colombia 2014«, en el contexto del cambio climático, las especies deberán adaptarse a las nuevas condiciones locales o desplazarse rastreando el conjunto de condiciones climáticas necesarias para su supervivencia, conocido como nicho climático.
Aquí en Bogotá, eso ha pasado en años recientes, con otras especies de aves. Hace 30 años, era muy raro ver acá a Vanellus chilensis, Tyrannus melancholicus, Molothrus bonariensis, Phimosus infuscatus, Forpus conspicillatus, Thraupis palmarum, Thraupis episcopus, Ramphocelus dimidiatus y Quiscalus lugubris, por mencionar algunas especies. Ahora todas estas, originalmente más propias de climas calientes y templados, hoy son comunes en la ciudad y la Sabana de Bogotá.
A continuación haremos un breve listado de las aves «calentanas», pájaros que se han desplazado a Bogotá, provenientes de menores alturas, probablemente debido a mayores temperaturas en la ciudad, que se adecuan a sus necesidades.
Alcaraván (Vanellus chilensis)
A Bogotá llegaron desde los llanos orientales y han logrado posicionarse en los humedales de nuestra ciudad, lo hemos visto en casi todos; su temperamento y comportamiento territorial le ha ayudado para asentarse en una ciudad tan agitada como Bogotá. En el humedal La Conejera se les ve en varios de sus miradores, en el humedal Córdoba vuelan de un sector a otro, en el humedal La Vaca la hemos visto empollando sus huevos y en la foto podemos ver un individuo en el humedal Torca – Guaymaral (Secor de Torca). Les recomendamos ver la historia de una familia de Alcaravanes que anidó en medio de un campo de entranamiento de lanzamiento de bala, acá en Bogotá. (Ver Historia)
Ibis cara roja (Phimosus infuscatus)
Es fácil verlos hoy, compartiendo espacios con las tinguas en los humedales de Bogotá. Es de las especies que hoy tiene grandes poblaciones en los humedales, presente en la mayoría de ellos. Recientemente, antes del confinamiento por el COVID19, pudimos ver un grupo de Phimosus infuscatus de casi 50 individuos en el humedal Torca Guaymaral.
Chamón (Molothrus bonariensis)
Hembra / Macho
Es tal vez una de las aves que mayor genera polémica, actualmente, entre algunos habitantes de Bogotá. Su condición de ave parásita y que «afecta» de alguna manera, a una de las aves más queridas por los bogotanos, el copetón.
Cada vez más frecuente en los humedales de Bogotá y en cada rincón verde de la ciudad, se les puede observar tras de los nidos de aves de menor tamaño y en estado adulto en grupos grandes de machos y hembras. Ver más acerca del parasitismo de cría del chamón.
Periquito de anteojos (Forpus conspicillatus)
El periquito cascabelito que ha adornado en los últimos años los humedales de Bogotá, lo hemos registrado con frecuencia en los humedales Córdoba, La Conejera y Santa María del Lago. Le apetecen las semillas del Arboloco (Smallanthus pyramidalis) y recientemente lo vimos consumiendo algunas semillas de pino en el humedal Córdoba.
Tángara palmera
Una tángara que ha venido creciendo su presencia en los humedales de Bogotá. La hemos podido registrar aliméntándose de frutos de mano de oso en el humedal Córdoba. Ver más
Azulejo (Thraupis episcopus)
El azulejo que ha aumentado su presencia en Bogotá de manera notable, ya lo podemos registrar, además de humedales, en parques de bolsillo, separadores de avenidas y en lugares concurridos por los seres humanos. Ver más del azulejo
Sirirí (Tyrannus melancholicus)
Un ave territorial y con notable presencia en los humedales de Bogotá. Desde que iniciamos nuestro proceso, lo hemos podido ver en varios humedales, algunas veces con mariposas o libélulas en su pico, otras persiguiendo aves de mayor envergadura. En los humedales o parques que tienen cables de energía cerca, podemos verlos perchando posando para las fotos.
Tordo llanero (Quiscalus lugubris)
Hembra / Macho
Un ave que poco se registraba hace 10 años, sin embargo viene aumentando su presencia en Bogotá y en los últimos tres, ha aparecido con mayor frecuencia. Recientemente pudimos ver varios individuos en el humedal Jaboque, se ha podido registrar en los humedales Tibanica, Juan Amarillo – Tibabuyes, El Burro, La Vaca, Córdoba y Jaboque. Otro que se está asomando a Bogotá, es su familiar el Quiscalus mexicanus.
Toche pico de plata (Ramphocelus dimidiatus)
Por su tamaño y comportamiento es difícil de fotografear, sin embargo en Bogotá se ha podido registrar en varios lugares, con mayor probabilidad de observarlo en el Jardín Botánico; en mi caso, he podido observarlo en el humedal Córdoba, hace unos años escribí algo sobre dicho encuentro. (Ver más)
Gymnomystax mexicanus
Se ha registrado en los humedales Juan Amarillo, Capellanía, La Vaca, El Tunjo.
El Gymnomystax mexicanus, mide alrededor de 30 cm y es otra de las aves que habitan normalmente en tierras más bajas y que hoy son residentes en los humedales y diferentes ecosistemas en la capital Colombiana.
En total 10 especies calentanas que hoy residen en Bogotá.
Bogotá alcanzó la mayor temperatura en los últimos 60 años, 25ºC , que sin duda es otro de los síntomas del cambio climático y este uno de los factores por los que estamos viendo con mayor frecuencia estas aves.
Factores asociados
- Cambio climático
- Especies invasoras
- Cambio uso del suelo
- Transformación de ecosistemas
Se nos está yendo la «nevera», como le dicen a Bogotá en la costa caribe. La biodiversidad de Bogotá hoy no es la misma de hace unas décadas; sin embargo viene adptándose, nosotros como humanos debemos ponernos en sintonía, diseñar mejor nuestras ciudades y adaptarnos al cambio climático.
ÑAPA:
A las anteriores, podemos sumar los registros de cinco especies nada comunes en Bogotá. Recientemente en la plataforma naturalista se registró un observación de Saltator coerulescens en el humedal Tibanica, anteriormente según la ABO, se había registrado en los humedales La Conejera, Córdoba y Jaboque. Al igual que el Eudocimus ruber, que también lo pudimos observar en el humedal Juan Amarillo – Tibabuyes.
En los últimos 10 años en Bogotá, hemos podido ver algunas especies de manera ocasional, esto sumado a registros de otros ciudadanos en plataformas de ciencia participativa, a continuación las mencionamos:
- Megaceryle torquata
- Ardea herodias
- Quiscalus mexicanus
- Saltator coerulescens
- Eudocimus ruber
Cambio climático
De acuerdo con la Segunda Comunicación Nacional de Cambio Climático, las regiones con mayor probabilidad de afectación son la Andina y la Caribe, las cuales incluyen algunos de los ecosistemas más vulnerables al cambio climático (1).
Análisis preliminares demuestran que el cambio climático incrementará las posibilidades de establecimiento de especies de alto riesgo de invasión en los ecosistemas continentales de Colombia. Una evaluación de 25 especies invasoras, predice que el 66% de estas especies incrementará su distribución potencial en el territorio nacional ante escenarios de cambio climático.
La región Andina, La Guajira y el piedemonte amazónico son las áreas más susceptibles a los efectos combinados de las especies invasoras y el cambio climático (1).
Las áreas en las que el clima cambie menos, tienen el mayor potencial de albergar en el futuro las especies que hoy en día habitan allí, actuando efectivamente como refugios climáticos de la biodiversidad.
Notas:
- Especies invasoras y cambio climático, http://reporte.humboldt.org.co/biodiversidad/2014/cap2/207/#seccion3
Fotografías:
- Laura Daniela Sánchez De Armas
- Jorge Enrique Galeano Redondo
- Mateo Hernandez Schmidt
- Daniel Bernal
- Jorge Emmanuel Escobar Moreno
increible, he aprendido algo mas ya que las he tomado en su propio habitat, los llanos.