Por: Jasbleady Castañeda Solano
Lic Biología. Universidad Pedagógica Nacional
Máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental. Universitat de Barcelona
#SOSTINGUA
Suena el celular, 20 mensajes sin leer en Whatsapp, 10 en Facebook, 6 correos, son las 5:00 de la mañana del 10 de enero, hora en que por reflejo me despierto aunque tenga tiempo para dormir; con el frío de la mañana prefiero quedarme un rato en las cobijas y empezar a revisar, claro, es enero, era de esperarse, estamos en plena época migratoria de tinguas azules y los reportes no se hacen esperar.
-Me encontré un pájaro azul, me dicen que es una tingua, ¿me puede ayudar?
-Me encontré una tingua azul herida, se la quité a un gato. -Hola, acaban de atropellar un ave en frente de mi casa, creo que es una tingua azul. -Buenas noches, perdón la hora, un ave acaba de estrellarse en mi ventana. -Hay un ave subida en mi tejado desde hace 3 días, no sabemos qué hacer. – Me encontré un ave con las alas cortadas, ¿me ayuda por favor? – ¿A dónde la puedo llevar? ¿Usted pasa por ella? ¿Qué le doy de comer? ¿La puedo soltar en un humedal? ¿La puedo dejar en el parque del barrio?. Son algunos de los mensajes que llegan a mi celular, y a las redes sociales de #SOSTingua. (Ver: Información actualizada para personas que se encuentran con una Tingua azul en el año 2021)
Durante los últimos 8 años he venido aprendiendo sobre ellas, sus colores, su ciclo de vida, su hábitat, alimentación, e incluso, aunque suene extraño, sus posturas y miradas cuando realmente están pidiendo auxilio o cuando están prontas a partir de este mundo, creo que es algo que solo los que hemos trabajado tan cerca de los animales podremos entender y experimentar.
¿Cómo inició el programa SOS Tingua?
Poco a poco fui creando SOSTingua, el Programa de Investigación y Reorientación de Tinguas Azules que se ha ido fortaleciendo desde el 2012, y que hoy se convierte en la iniciativa ciudadana más fuerte en la protección de esta especie.
Hace un poco más de cuatro años, realizamos una reunión «creativa», con el equipo de la Fundación Humedales Bogotá, para ponerle un nombre al programa, y acordamos que SOSTINGUA podría dar cuenta dos cosas importantes , que «Somos tinguas», SOS es un S.O.S, es un grito de ayuda, pero también es un SOS, un eres, porque todos somos parte de este ecosistema urbano en el que año tras año llegan cientos de aves migratorias esperando ser bien recibidas. SOSTingua empezó siendo un pequeño pasatiempo, que creció como una bola de nieve, y hoy asesoro, acompaño investigaciones académicas, e incluso rescato aves para ser entregadas a las entidades ambientales encargadas de su rehabilitación.
Son cientos los mensajes que recibo en época migratoria, decenas de fotografías, algunas de hermosas y coloridas tinguas, otras que preferiría no verlas, de pensar que las aves no logren continuar su camino, y que esta sea su última visita a nuestra ciudad. Algunas apenas tienen fuerzas para sostenerse, otras llegan a su rescatista a penas para dar su último respiro, esto si tienen la suerte de ser vistas, otras ni siquiera tienen la oportunidad y mueren en las calles víctimas de la pirotecnia, los vehículos, los tejados, las mascotas, los ruidos, las luces, la contaminación o uno que otro búho hambriento que logra atraparlas dando continuidad al quehacer de la naturaleza.
Fotos: Javier Almirón
Han pasado varios años desde que SOSTingua se creó, y hoy incluso varias entidades usan el “SOSTingua” como bandera de sus campañas de protección de tinguas azules, y cientos de ciudadanos para reportarlas, contar sus historias de rescate, o simplemente comentar algunos avistamientos. Se ha creado una red que ha trascendido fronteras, de la que hoy hacen parte países como México, CostaRica, Panamá, Ecuador, Venezuela y en Colombia contamos con voluntarios desde la costa atlántica a la amazonía, y de los llanos orientales hasta Buenaventura, aunque evidentemente la fortaleza de #SOSTingua esté en Bogotá y cada vez ampliando más nuestra atención a la sabana Cundinamarquesa.
Tengo el recuerdo intacto de hace más de 7 años donde las personas colocaban imágenes de tinguas azules en las redes sociales y nadie sabía qué responder, ni qué hacer, con suerte alguna persona lograba indicar que la llevaran a alguna entidad ambiental, pero no era un tema muy difundido, hoy puedo decir que entre ciudadanos y entidades hemos logrado que las personas las reconozcan y sepan cómo actuar, cada vez más acertados los comentarios en redes indicando cómo atender un hallazgo de desorientación. ¡Ha sido una excelente tarea!, cada vez somos más los protectores de la tingua azul, cada vez más los protectores de la fauna silvestre.
Desde SOSTINGUA queremos hacer extensivo un agradecimiento a las entidades y amigos que han estado apoyando nuestra labor de reorientación, atención veterinaria, reportes, y sobre todo en seguir construyendo conocimiento para lograr aportes cada vez más acertados a nivel investigativo para la protección de esta especie. Especial agradecimiento a la Secretaría de Distrital de Cultura, la URRAS de la Universidad Nacional de Colombia, Fundación aves sos Bogotá, la Dra Claudia Brieva, la Casita del bosque – Cali, Corporación Caminando el Territorio – Suacha, Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá, Daniel Pava y Paula Sánchez, quienes han aportado excelente material gráfico para nuestras campañas, voluntarios de la Fundación Humedales Bogotá y a todos los ciudadanos y voluntarios de las localidades de Bogotá que han aportado para que este programa crezca y se fortalezca.
Información sobre la Tingua azul (Porphyrio martinica)
Buen programa para rescatar las tinguas que llegan a las zonas urbanas desorientadas por la pérdida de su hábitat, como ocurrío hace mas de veinte años en el barrio La Esmeralda, a donde caian y los residentes las cogiamos para tenerlas como mascotas.