Por: Jasbleady Castañeda Solano
Lic Biología-Universidad Pedagógica Nacional
Máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental-Universitat de Barcelona
La historia de la pérdida de un maravilloso mural de aves en Bogotá, ¡Adiós a las aves!.
Años atrás, las paredes de Bogotá eran opacas, grises, sucias, sin arte. Hoy algunas siguen sucias y grises, pero otras llenas de arte realista, naturalista, contestatario, con otros tengo mis reservas. El arte urbano se tomó Bogotá para quedarse y alegrar las paredes sin vida que conocíamos, hoy artistas locales, nacionales, internacionales reconocen a Bogotá como ciudad de las artes, y la han visitado para dejar huella, en esta ciudad cambiante donde lo que hoy está, mañana no. Lo que un día fue un humedal, hoy son edificios.
En diciembre del año 2017, como parte de un proyecto artístico gestionado por @dmentalgraffitipro, el artista francés Youri Mantra @mantrarea uno de los mejores artistas en gran formato y a mano alzada del mundo, hizo una de las obras callejeras más bellas de la ciudad “Aves de Bogotá”. Tres aves coloridas que ocupan 200m2 se tomaban en ese entonces la cra 7ma con 24 en el Edificio Mercedes Rocha de Vargas del arq. Enrique Triana, construido en 1967
Construcción mural «Mantra – aves de Bogotá» @mantrarea
La monjita Bogotana (Chrysomus icterocephalus bogotensis) una de las aves emblemáticas de los Humedales de Bogotá y la Sabana, una tingua azul (Porphyrio martinica) la más colorida de las aves migratorias que llega a Bogotá, y la que más problemas de desorientación presenta por elementos creados por los humanos, y un atrapamoscas pechirojo (Pyrocephalus rubinus), común en humedales y parques de Bogotá, llamativo siempre entre el verde de los árboles mientras va y viene atrapando alimento. No solo representaban la fauna Bogotana, con sus colores construían la bandera de Colombia, el país de las aves, el más peligroso para los líderes ambientales, qué contrastes.
Junto al edificio Mercedes Rocha, se está construyendo el Proyecto de vivienda Go Life & Work, cubriendo por completo esta obra de arte emblemática, que de seguro costó gestión, recursos, tiempo, esfuerzos, creatividad, y sin duda una pérdida para la ciudad. ¿Alguien se atreverá a patrocinar otro?, ¿la constructora retornará esa pérdida de arte a la ciudad?. Cinco años de septimazos, donde felices alzábamos la mirada para ver esa triada de aves que muchos apenas conocían y hoy les decimos adiós, adiós a las aves.
Proyecto Go Life & work
En el país de las aves, se siguen perdiendo aves, en el país de los dos océanos se sigue contaminando el agua, nótese la paradoja, que así como las construcciones fueron reduciendo los Humedales, hábitat de las aves, hoy, otra construcción acaba de nuevo con nuestras aves, quedará en nuestro recuerdo la huella de @mantrarea para ver un edificio más en la ciudad.
Adiós a las aves.
Lástima que no se valore el patrimonio artístico de la ciudad y se prefiera el desarrollo sobre la naturaleza.