Por: Jorge Emmanuel Escobar Moreno
Twitter: @gejor
Lamentablemente ya se ha vuelto costumbre ver ganado en algunos de los humedales de Bogotá, es mucho más factible ver ganado pastoreando o incluso dentro del cuerpo de agua, que a la fauna característica de estos ecosistemas.
Los dueños de los hatos ven las rondas de los humedales como espacios apropiados para que sus reses se alimenten y beban agua, su mayor beneficio es la disminución de costos, el problema radica cuando esa leche se pone a la venta, teniendo en cuenta la calidad del agua, que no es la más apropiada; guías del humedal Tibabuyes nos comentan que esa leche en algunas ocasiones se ha estudiado, por fortuna no ha presentado ninguna contaminación, sin embargo el problema sigue latente. Como estrategia se regala leche a los vecinos del humedal, generando un vinculo tal que cuando las autoridades solicitan el retiro del ganado, son los mismo habitantes del sector quienes defienden su estadía.
A lo largo del humedal de Juan Amarillo o Tibabuyes se pueden ver varios grupos de ganado vacuno, terneros, caballos y objetos propios de la ganadería.
En varias oportunidades se ha intentado arborizar la ronda del humedal, se han invertido cientos de millones de pesos Colombianos en estos procesos, gran parte de estos dineros, son estropeados por el ganado que por allí circula, las vacas les resultan muy atractivas algunas de las especies plantadas, especies nativas, características de los humedales de Bogotá.
Se ha acudido a los cercados para proteger la arborización, sin embargo como se puede ver en la fotografía, aveces no es suficiente, el ganado al no detectar corriente eléctrica en las cuerdas, irrumpe fácilmente en el área protegida.
Para solucionar esta problemática en los humedales de Bogotá, en la mayoría de ocasiones se opta por métodos sancionatorios, multas, exigir el retiro de los hatos, etc. Sin embargo se menosprecia el alto impacto de los procesos de educación ambiental, se visualiza como un gasto más y no como una valiosa inversión, que a futuro permitirá a la ciudadanía conocer y respetar estos ecosistemas y por ende un gran ahorro en procesos disciplinarios.