Por: John Parra
Twitter: @jparraaguilera
El proyecto del cortometraje se inició a partir de una convocatoria realizada por IDARTES en una categoría denominada Arte y Naturaleza, que pretendía abordar la problemática de los humedales en la ciudad. Una vez fue seleccionado el guión por el jurado, iniciamos inmediatamente la etapa de preproducción pues los tiempos que teníamos para la entrega eran bastante ajustados. Se conformó un equipo técnico muy reducido con el que logramos trabajar, ajustados al presupuesto que se tenía en ese momento. Teníamos varios retos que debíamos superar rápidamente, uno de los más complicados era encontrar al caballo que se adecuara al perfil que estaba planteado en el guión, así nos dimos a la tarea de hablar con los propietarios de varios coches, intentando hallar un ejemplar “pinto”, finalmente logramos encontrar al indicado y pudimos llegar a un acuerdo con el dueño. Tuvimos un gran golpe de suerte pues la familia propietaria del coche también se ajustaba al casting que estábamos necesitando para los protagonistas, a ellos les pareció bien la idea y así avanzamos en esa etapa. Teniendo seleccionado el reparto, necesitábamos encontrar las locaciones adecuadas para la historia, en general el equipo no tenía gran conocimiento sobre los diferentes humedales, por lo que empezamos investigando en internet y luego si visitando los sitios directamente. Después de evaluar ventajas y desventajas decidimos que lo que más nos convenía era rodar en el humedal de Tibabuyes o Juan Amarillo. Entablamos diálogo con la respectiva administración, que se mostró muy diligente e interesada en el proyecto. Además del humedal utilizamos otras locaciones, como las plazas de mercado del 12 de octubre y del Quirigua, en donde tuvimos el valioso apoyo del IPES.
Ya contando con las locaciones y los personajes, diseñamos un plan de rodaje para tres días con uno de colchón, previendo las lluvias que caían por esos días. Finalmente debido a los fuertes aguaceros, necesitamos cinco días para poder grabar todo lo que estaba planeado.
Una vez concluido el rodaje solo contábamos con una semana para poder realizar un primer montaje y poderlo presentar en un evento que se realizaría en el Jardín Botánico en donde se exhibirían todos los trabajos premiados, gracias a la colaboración de todos los integrantes del equipo fue posible y se presentó en la ceremonia como estaba previsto.
Ahora estamos difundiendo el cortometraje a través de medios alternativos, como las redes sociales, para que aporte de alguna forma a la preservación de estos recursos que están tan amenazados en la ciudad.
Maravilloso, muy gracioso y cala, produce un muy buen impacto y sin sermoniar. APLAUZOS!!!!!
Excelente cortometraje muchachos, felicitaciones!!!!