Por: Daniel Bernal.
Desde hace algunos años se han tenido avistamientos de una llamativa especie de ave en nuestros humedales, el toche guajiro (Icterus icterus), un toche de muy bonito aspecto y canto.
Se le ha avistado comúnmente en el Jardín Botánico de Bogotá, donde se han reportado crías. El año pasado lo avisté en el humedal Tierra Blanca, Soacha.
Hace unos meses escuché un canto muy particular y que no conocía en el humedal Santa María del Lago:
Inicialmente pensé que era un toche común (Icterus chrysater) por su melodioso canto, pero al avistarlo descubrí que era el toche guajiro.
Esta hermosa ave tiene un plumaje de color negro en la cabeza y la parte superior del pecho, mientras que el resto del cuerpo es de un color amarillo oscuro virando hacia el naranja. Las alas son completamente de color negro con excepción de una franja blanca que se extiende a lo largo de cada ala cuando estas se hallan cerradas. Los ojos son de color amarillo con un contorno de piel color azul claro. Su pico es de forma cónica, agudizado y comprimido, siendo uno de los pájaros cantores más bellos de Venezuela. (1)
Esta especie tiene un rango de localización máximo de 700 metros de altura, normalmente hasta los 400 metros. Es habitante de la Guajira Colombiana, la base de la Sierra Nevada de Santa Marta, Arauca, Vichada y casi toda Venezuela.
¿Entonces que hace por estos lados esta ave?
Todo radica en que debido a su belleza y canto, los vendedores de especies animales lo traen a las ciudades y lo venden como mascota sin importar su rango de altura o hábitat natural, solo quieren comercializarlo a cualquier costo. Después el comprador inconsciente que se aburre del animal y quiere deshacerse del problema, lo abandona en un humedal donde piensa que correrá mejor suerte. A veces también ocurre que las aves escapan de su captor y logran llegar a estos ecosistemas.
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Otros casos como este hemos registrado en la página, como el del Tucán en el humedal de Córdoba.
Es triste ver como el tráfico de animales trae especies de aves, mamíferos, reptiles, etc., a nuestras ciudades. Ver cacatúas en los patios de las casas encerradas en una jaula, perros lanudos que se ahogan en los parques, tortugas en la azotea de una casa comiendo guayaba y peces exóticos en cualquier acuario, es triste y produce tremendos desequilibrios y sufrimientos para el individuo y también para los ecosistemas de donde vienen y a los que llegan.
En mi último avistamiento hace unas semanas pude notar como, para sorpresa mía, habían dos individuos y no uno, lo cual me alegró pues nuestro amigo tiene compañia. Estaremos atentos al desarrollo de esta historia ya que según los expertos, el ave no produce daños graves aparentes y es muy interesante ver como se desarrolla tan lejos de su hábitat natural.
Autor: Daniel Bernal, daniel@humedalesbogota.com, twitter: @danielbernalb
Referencias:
- Wikipedia. Icterus icterus
que buena nota Daniel, gracias. Pienso visitar este fin de semana el humedal y estaré atento, quien quita, a este visitante de la nevera
Ese es el objetivo de nuestros artículos, incentivar la visita a nuestros humedales. Suerte con el avistamiento.