Hace un par de meses estábamos a la espera de la tan ansiada por muchos, temporada navideña, temporada en la cual los niveles de consumo de bienes en su mayoría de veces innecesarios, se hace evidente en la cantidad de residuos sólidos recolectados por los operadores de aseo de la ciudad y en la cantidad que se ve en andenes, sumideros, alcantarillas, canales y humedales.
Para esos mismos días, jóvenes voluntarios de algunas organizaciones ambientales tomaron la iniciativa de ofrecer un poco de su tiempo, de su esfuerzo y sobre todo de su voluntad en dos actividades que consistieron en recoger parte de los residuos sólidos que a diario ingresan a los humedales por los diferentes canales aferentes. Una fue llevada a cabo en el sector tres del humedal Córdoba en la ribera del canal que lleva este mismo nombre y la otra se denominó “un regalo para los humedales”, realizada en los humedales Guaymaral y Córdoba en el sector dos; los dos ubicados en la localidad de Suba. Esto apenas alivia en una pequeña parte, la eterna problemática derivada de la inadecuada disposición de residuos sólidos por parte de los ciudadanos de a pie, los ciudadanos del común, ciudadanos como usted señor/a lector/a y como yo.
Y para todo tenemos una excusa, incluso un lamento. Con curiosidad escuchaba alguna vez, en alguna calle de la ciudad a alguna “persona” que decía a otra que la acompañaba “que pesar dejar esto por aquí”, hablaba de una botella de bebida gaseosa que acababa de consumir. Pero con todo el pesar que tenía, la abandonó junto a un poste y siguió caminando como si nada. Esto es lo que a diario una gran cantidad de ciudadanos regalan a los humedales, a la ciudad. Afortunadamente apareció en escena otro ciudadano que sin decir nada levantó el envase y lo depositó en un contenedor apropiado cerca al lugar. Esto es lo que a diario otra cantidad de ciudadanos regalan a los humedales y a la ciudad.
A propósito de regalos, el pasado 02 de febrero, como todos los años, se celebró en Bogotá el día mundial de los humedales, evento durante el cual se hizo entrega al humedal Córdoba y a la ciudadanía dos regalos que lo embellecen y hacen más atractivo, de la misma manera que esperamos lo mantengan en las mejores condiciones para que pueda seguir proporcionándonos los servicios recuperen.
Esperamos, como querientes de los humedales que todos visiten este y los demás humedales de la ciudad, porque todos necesitan y merecen ser acreedores de recibir regalos. Y que además participen en las diferentes actividades que en el marco de esta celebración se han organizado por diferentes entidades.
¿Y a quién no le gusta recibir regalos cuando lo celebran? ¿A quién le gustaría recibir como regalo la basura de la casa de otro? Seguro estoy, que a nadie. Entonces, ¿por qué hay personas que dan a los humedales y a la ciudad la basura de lo que consumen? Cabe recordar que de lo mismo que se da, se recibe.
Pues los humedales no son la excepción. Estos lugares mágicos, dinámicos reaccionan de acuerdo a lo que les brindemos.
¡Feliz día de los humedales a todos los ambientalistas! Aunque personalmente pienso que el día de los humedales es todos los días.
DIEGO A. RINCÓN. @drincon82
Intérprete Ambiental
JBB – Humedal Córdoba