Proyecto aMa, el agua nos une
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En la vereda Márquez, ubicada en el municipio de La Calera (Cundinamarca), muy cerca del páramo de Chingaza y del embalse de San Rafael, se encuentra una comunidad rural comprometida con la protección de sus ecosistemas y fuentes hídricas. Allí se desarrolló el Proyecto aMa – “El agua de Márquez nos une”, una iniciativa liderada por la Fundación Humedales Bogotá, en alianza con actores locales e institucionales, que reunió a niños, jóvenes y adultos para trabajar juntos en torno al cuidado del territorio y del agua.

Durante varios meses, el proyecto integró actividades educativas, ambientales, comunitarias y prácticas, con el objetivo de fortalecer el tejido social, visibilizar los saberes locales y promover acciones sostenibles frente a problemáticas como la deforestación y la pérdida de ecosistemas.

Un proceso construido con la comunidad

Desde el comienzo, el proyecto fue diseñado con la participación activa de la comunidad. La primera reunión en el salón comunal permitió definir objetivos, roles y el plan de trabajo colectivo. A través de actividades lúdicas y ejercicios de reconocimiento del territorio, los participantes compartieron sus ideas, preocupaciones y propuestas.

Uno de los primeros logros fue la cartografía social y ambiental participativa, donde se identificaron cuencas, zonas de riesgo, ecosistemas y espacios importantes para la comunidad. Esta herramienta permitió planear acciones concretas desde el conocimiento local.

Educación ambiental desde la escuela

En la Institución Educativa La Aurora – Sede Márquez se realizaron talleres con estudiantes y docentes sobre biodiversidad, insectos y polinizadores. Se construyó un hotel para insectos, se crearon jardines para polinizadores y se promovió la observación de la fauna local como una estrategia educativa.

Además, se diseñó de manera colectiva un mariposario comunitario, con plantas hospederas, senderos e infraestructura básica, para fortalecer la educación ambiental y el cuidado de especies indicadoras de salud ecológica.

Restauración del paisaje

Uno de los momentos más importantes del proyecto fue la jornada de restauración cerca de la quebrada Aguas Claras. Más de 150 árboles nativos fueron sembrados por habitantes de todas las edades. La actividad incluyó preparación del terreno, capacitación sobre siembra y planificación del mantenimiento. Esta acción no solo aportó a la restauración ecológica, sino que generó compromiso y apropiación del territorio.

Huertas, plantas medicinales y cosmética natural

Como parte del enfoque de sostenibilidad, se implementaron huertas agroecológicas con participación de la comunidad. Se sembraron hortalizas, hierbas y plantas medicinales, promoviendo la seguridad y soberanía alimentaria. A partir de estas plantas, se desarrollaron también talleres de plantas y cosmética natural, donde elaboramos productos como pomadas y bálsamos, aprovechando los recursos que nos brinda la naturaleza y generando nuevas ideas de emprendimiento local.

Gestión del agua y manejo de residuos

Durante el proyecto se abordó el cuidado del agua desde distintas perspectivas. Se instaló un sistema de recolección de aguas lluvias y se realizaron actividades educativas sobre el ciclo del agua, el uso responsable del recurso y las acciones cotidianas para su conservación.

También se trabajó en gestión de residuos sólidos, con énfasis en reducción, reutilización y reciclaje, promoviendo principios de economía circular tanto en la escuela como en los hogares.

Arte y memoria comunitaria

El componente artístico permitió integrar conocimientos y experiencias de forma creativa. Se realizaron actividades de ilustración con pigmentos naturales, talleres sobre aves locales y biodiversidad, y como cierre, se pintó un mural colectivo en la escuela, que recoge los principales aprendizajes y logros del proceso.

Una labor conjunta por los ecosistemas 

Este proyecto fue posible gracias al trabajo articulado entre la Fundación Humedales Bogotá, la comunidad de Márquez, la Junta de Acción Comunal, la Escuela Rural de Márquez, y aliados como Tecser Laboratorios, la Corporación CTA, y la Embajada de Suiza en Colombia – COSUDE, a través del programa El Agua Nos Une.

Más allá de las actividades puntuales, el Proyecto aMa dejó capacidades instaladas, relaciones fortalecidas y una comunidad más organizada en torno al cuidado de sus ecosistemas.

El proceso no termina aquí. Continuaremos trabajando junto a las comunidades rurales para seguir fortaleciendo la conservación del agua, los ecosistemas y los territorios.

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1 comentario

  1. Gracias por participar esta serie de esfuerzos de la Comunidad. Esto es lo que cada vez mas hace que pensemos en que Colombia si tiene un futuro y gente comprometida con la vida. Felicitaciones a la comunidad. Que bueno sería conocer de cerca estos esfuerzos. GHracias Alvaro V.

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One thought on “Proyecto aMa ‘El agua de Márquez nos une’

  1. Gracias por participar esta serie de esfuerzos de la Comunidad. Esto es lo que cada vez mas hace que pensemos en que Colombia si tiene un futuro y gente comprometida con la vida. Felicitaciones a la comunidad. Que bueno sería conocer de cerca estos esfuerzos. GHracias Alvaro V.

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