Problemáticas de los humedales a través de sus protagonistas
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Por: Javier Leonardo Ramirez

Entre la contaminación, la basura, los escombros, la presión urbana, la indiferencia  ….  la naturaleza nos da una lección, en su  lucha incansable por la vida en medio de la adversidad.

 Ibis cara roja (Phimosus infuscatus) con plástico en el pico. Humedal Florida. 

 

En el humedal Florida, un atípico objeto perturba la bella escena dada por un  ibis cara roja (Phimosus infuscatus). Un residuo de plástico se aloja en su delicado y largo pico.  Asaltan las dudas ¿cómo llegó allí ese objeto?, ¿comprometerá acaso alguno de sus órganos vitales?, ¿se liberará fácilmente?, ¿repercutirá en la vida del animal?, ¿será una conducta típica en estas aves que compromete su supervivencia?.  El ibis vuela, y con su vuelo esparce en el aire las dudas. Con unas pocas imágenes que captaron la efímera escena y con muchas dudas, será difícil consolidar una hipótesis. La única certeza es una clara advertencia: los desechos de nuestra actividad humana y nuestras conductas irresponsables son una amenaza para el equilibrio natural.

Con acciones tan simples como no arrojar basura en la calle se evita que la lluvia arrastre los desechos  al sistema de alcantarillado,  llevándolos a los ríos, quebradas y humedales de la estructura hídrica de la ciudad.

Justamente  el  sistema de alcantarillado de la ciudad   está relacionado con otra de las principales problemáticas que afectan los humedales y su biodiversidad: las conexiones erradas, que genera la  mezcla de las aguas servidas (negras) con el agua lluvia.

 Tinguas pico rojo (Gallinula galeata) en el humedal Jaboque. Basuras y contaminación.

 

De la pésima calidad del agua son testigos las tinguas pico rojo (Gallinula galeata) en el humedal Jaboque.  Allí no solo es posible ver vida, se presenta  y en abundancia. Esto a pesar de la fuerte contaminación, de la presencia de basuras, de la escasa vegetación que separa el ecosistema del caos urbano que lo circunda, del exceso de buchón acuático (Eichhornia crassipes) debido a la alta carga orgánica, y de  la irresponsable obra que adoquinó la zona de transición impidiendo la creación de hábitats para la anidación y resguardo de las especies.

Continuando el recorrido, y antes de llegar al espejo de agua en el barrio San José Obrero, un nuevo contraste capta la atención. Se avistan dos gavilanes espíritu santo  (Elanus leucurus) posados en un arbusto en la mitad del humedal. Acompañantes del grupo alertan de la inseguridad del sector . Sin embargo, la escena es conmovedora. Al fondo de la pareja de gavilanes se divisa el caos generado por toneladas de escombros arrojados al humedal en el sector de Unir II. Curiosamente meses antes la prensa con un  deslumbrante  titular: «Arrancó recuperación del humedal Jaboque» anunciaba la remoción de 20 mil toneladas de basura. A la fecha no se evidencia mayor cambio.

 Gavilanes espíritu santo  (Elanus leucurus).  Humedal  Jaboque, sector Unir. Escombros

 

En el mismo sector otra de las problemática se hacía evidente, la de los perros ferales. Si bien hay avance en el cerramiento, se observa también puntos vulnerables. La misma comunidad ubica tubos, posiblemente para evacuar aguas lluvias hacia el humedal,  por donde entran perros que pueden perturbar el ecosistema.

El siguiente protagonista es la tingua bogotana (Rallus semiplumbeus) símbolo de los humedales del altiplano cundiboyacense, especie endémica en peligro de extinción. Entre sus hábitats se encuentra la chuacua de los curíes en el humedal Tibabuyes, ecosistema estratégico y uno de los sectores mejor conservados, pero también, uno de los que deberá soportar los efectos e impactos de la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente ALO .

 Tingua bogotana (Rallus semiplumbeus). Humedal Tibabuyes, chucua de los curíes, amenaza ALO

 

La incertidumbre de la tingua bogotana es compartida por la tingua pico verde (Gallinula melanops bogotensis), subespecie endémica en peligro crítico de extinción. Decenas de tinguas moteadas, como también se le suele conocer, han escogido por hogar una zona inundable no protegida ni reconocida, cercana al humedal Jaboque y a la cicloruta al parque la Florida. Tal número de estas especies no ha sido posible de observar en otro humedal de la ciudad.

 Tingua pico verde (Gallinula melanops bogotensis) cuerpo de agua no reconocido ni protegido. 

 

En el lugar se construye un plan parcial de vivienda, para lo cual se rellena y nivela el terreno, a pesar de la cantidad de áreas inundables y las especies que las habitan. La construcción de la alameda y cicloruta, si bien supuso un importante corredor recreativo para los ciudadanos, favoreció el aislamiento de áreas inundables del río Bogotá, facilitando su posterior relleno y edificación. Justo detrás del cuerpo de agua que alberga varias tinguas pico verde, incluyendo varios juneniles, y patos canadienses, es posible ver el avance de las torres de más de 20 pisos desarrolladas por el Grupo AR.  Curiosamente el desarrollo inmobiliario se promociona apelando a senderos ecológicos y la naturaleza que lo rodea.

Se desconoce el destino del ecosistema, no se sabe con certeza si hará parte de las áreas de sesión, si se destinará al desarrollo inmobiliario o a la infraestrucutra vial.

 Cuerpo de agua hogar de la tingua pico verde. Relleno y construcciones

 

Situación similar tiene lugar en el humedal Burrito, área inundable en cercanía al humedal el Burro, donde es posible ver vegetación acuática propia de un ecosistema de humedal, y fauna como tinguas pico rojo (Gallinula galeata), sirirí (Tyrannus melancholicus),  gavilán espiritu santo (Elanus leucurus), chirlobirlo (Sturnella magna)  y monjita bogotana (Chrysomus icterocephalus bogotensis). Justamente una de ellas, que se dejó ver  con asombrosa cercanía, es la protagonista de la problemática de la falta de delimitación y protección de los humedales.

 Monjita bogotana (Chrysomus icterocephalus bogotensis). Humedal  el Burrito, no reconocido ni protegido. 

 

A pesar de la diversidad, el terreno perteneciente a particulares y es una zona de expansión urbana. Una valla informa a la comunidad sobre el trámite de la licencia de construcción.

Estos dos casos recuerdan el exterminado humedal Hayuelos, que con una altísima riqueza ambiental y faunística,  nunca fue declarado, se le consideró un área de expansión urbana. Finalmente se construyó la ciudadela  Hayuelos. Uno de los sectores donde se ubicaba el espejo de agua fue rellenado, construido sobre él un parque y cedido al distrito. Un vano sacrificio por falta de coordinación entre las entidades.

Y es que la naturaleza no conoce de leyes humanas, límites ni fronteras, y sus únicas leyes son las que ella misma instaura y con las que rige  a todos los organismos por igual. Leyes de la naturaleza  de las que ingenuamente la humanidad cree estar exenta.

Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha.
Victor Hugo

 Humedal Jaboque

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3 comentarios

  1. Un artículo que invita a la reflexión esperando trascender en cada uno de los lectores, gracias por compartirlo.

  2. Felicitaciones por las fotografías. Todas supremamente significativas. Hablan por si solas del articulo.

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3 thoughts on “Problemáticas de los humedales a través de sus protagonistas

  1. Un artículo que invita a la reflexión esperando trascender en cada uno de los lectores, gracias por compartirlo.

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