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Sin haberse materializado del todo, el proyecto de la Avenida Longitudinal de Occidente-ALO- se ha convertido en una de las principales amenazas para la persistencia de varios ecosistemas de humedal en la ciudad de Bogotá. Sin embargo, más allá de que tanto “ambientalistas” como interesados en desarrollar dicho proyecto tengan clara esta tensión, para el amplio de la ciudadanía no es tan así. Incluso, nos atreveríamos a preguntar:
- ¿Qué tanto afectaría el desarrollo de este proyecto para un grueso de la población de la capital, lo que incluye por supuesto, su relación con los humedales, río Bogotá y áreas de importancia como la Reserva Thomas van Der Hammen y el Bosque de Las Mercedes?.
- ¿Qué tan factible es desarrollar este proyecto después de varias décadas de haber sido propuesto?.
- ¿Qué alternativas de intervención y apropiación social se pueden proponer para las áreas de influencia al proyecto ALO?.
A pesar de la existencia de múltiples estudios (desde 1961 hasta la fecha), declaraciones de diferentes figuras políticas en torno al desarrollo o no del proyecto e incluso acciones como: compra de predios, asignación de licencias urbanísticas y ambientales, licitación de diseños, entre muchas otras hechas por parte de diferentes autoridades del orden distrital, regional y nacional (sin importar administraciones o sesgo político), el estado actual del proyecto ALO no deja de ser una “amenaza virtual”, pero sí se convierte en una oportunidad de pensar no solo en los humedales y su conservación, sino en la ciudad, una más habitable y disfrutable.
Con esto mente, la Fundación Humedales Bogotá desarrolla la estrategia #ALObien con el fin de aportar no solo suficientes elementos de juicio para analizar uno de los principales conflictos ambientales urbanos de la ciudad, sino de promover ideas para resignificar llenar de vida espacios de la ciudad condenados al desprecio.
En próximas entregas estaremos compartiendo textos, mapas, infografías, sobre esas realidades constatadas en terreno de lo que es actualmente el proyecto ALO, contrastado con fuentes de archivo, prensa y algunos testimonios. Asimismo, queda abierta la contribución por parte de todos los que quieran hacerlo, bien sea a través de propuestas escritas, fotografías, documentación, información, etc., etc., a través de nuestras redes sociales.
La conservación de la biodiversidad urbana parte también de la comprensión de cómo se ha desarrollado a lo largo del tiempo el espacio urbano, y de cómo sus habitantes, sin importar condición social, conciben o apropian la naturaleza en la ciudad. Por tanto, los invitamos a hacer parte de este ejercicio colaborativo de seguimiento y monitoreo en torno a los humedales y el espacio urbano del cual hacen parte.
