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Por: Daniel Bernal
Como parte de nuestras actividades, el pasado sábado realizamos nuestra recorrido mensual: El Salitrón.
El nombre esta basado en las pajareadas que frecuentemente se realizan en el humedal El Salitre y que varios amigos han bautizado con ese nombre.
El recorrido fue muy interesante: mucho interés por parte de los asistentes, información interesante y como siempre, apropiación de los ecosistemas por parte de todos.
Comenzamos en la quebrada La Esmeralda, un ecosistema con una alto potencial biológico y una ubicación muy estratégica (en todo el corazón de la ciudad y rodeada de grandes ecosistemas y zonas verdes).
Cosas positivas apreciamos como nuevas especies observadas de aves, el jilgero andino (Sporaga spinescens) y el pinchaflor acanalado (Diglossa sittoides), nueva arborización por parte de la comunidad y alguna por parte del Jardín Botánico y notamos una mayor apropiación de la comunidad y los vecinos por el territorio.
Muchas problematicas vimos: basuras, invasiónes por parte de habitantes de calle y recuperadores, invasion de la ronda por parte de construcciones y edificios ya establecidos, mucha planta invasora como el retamo espinozo y además de un arbolado pobre.
Pasamos entonces al humedal el Salitre, haciendo todo el recorrido por la extensión que se considera pública.
Como siempre observamos muchas aves, arbolado y flora muy variada y un ecosistema en muy buen estado. Nos sorprendió ver en el costado sur del humedal la gran cantidad de calabazas que tienen inundado este sector, por eso lo he llamado el «valle de las calabazas», un espectaculo muy bello.
La parte fea es la costumbre que tiene la administración del Parque Salitre Mágico, los vigilantes dicen que Salitre Mágico es dueño de esos terrenos y acostumbran a sacar a los visitantes con el pretexto de que el terreno es privado y que no se puede ingresar. Se nota que no tienen idea de que este ecosistema esta declarado como un humedal de nuestra ciudad y que son sitios públicos. Esto ocurre tan frecuentemente que ya ni atención se les pone a estos vigilantes que solo cumplen ordenes de la administración del parque y lo más sencillo es ignorarlos y seguir adelante.
Continuamos y pasamos al parque recreodeportivo Simón Bolívar. Tuvimos en este sector la compañía de nuestro amigo biólogo Pablo Casallas quien nos informó sobre la gran cantidad de especies de aves y el valor de este ecosistema, la zona llamada «La Isla» es estratégica y en ella se encuentran mas de 90 especies de aves y flora muy variada. Por este sector vimos un espectáculo hermoso, una garza real se encontraba concentrada viendo el agua del lago, cuando sorpresívamente voló y capturo un pez con su pico saliendo a percharse en un árbol cercano, todos quedamos maravillados por la escena, un espectáculo muy bello.
Por ultimo llegamos a la zona de los humedales de Salitre Greco.
Pudimos observar como el verano ha secado algunos cuerpos de agua y como otros se mantienen. Observamos aves como el sirirí, el gavilán bailarín y las golondrinas entre otros. De los cuerpos que sobreviven por el verano esta el llamado Humedal de los Juncales y el Laguito Rojo, que de rojo no queda sino un pequeño espejo de agua de color grisáceo y café.
Por último llegamos a la futura estación de transmilenio de Salitre Greco, todo un éxito el recorrido.
Muchas gracias a todos los asistentes quienes nos acompañaron durante los 6 km de trayecto y las casi 6 horas de recorrido.
Ver Galería Fotográfica del Salitrón:
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| El Salitrón |
Autor: Daniel Bernal, daniel@humedalesbogota.com, twitter: @danielbernalb
Magnífica experiencia hacer este recorrido que nos ilustró sobre la conectividad que pudo existir en el pasado entre todos estos lugares, tan emparentados – no solo por su ubicación geográfica -, sino también por su pertenencia a lo que fuera en el pasado parte del gran lago de Bacatá. Definitivamente el humedal Salitre y su entorno circundante fué la parte mas hermosa, con el avistamiento de pequeñas crias de aves acuáticas que lo habitan.