La tingua azul, la tingua celeste y la tingua enana

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Por: Jasbleady Castañeda Solano

Lic Biología – Máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental

Tinguas — Fotos: Jorge Emmanuel Escobar, Vincent A. Vos, André Adeodato

En Bogotá y la sabana son reiterados los reportes de aves desorientadas por causas ya conocidas, alteración de ecosistemas, contaminación auditiva, colisiones con ventanales, entre otras.

En todo caso, además de la tingua azul (Porphyrio martinica) que ya es vieja conocida en la desorientación de avifauna de la ciudad, se suman dos especies más de tinguas o pollas de agua, que cada vez son reportadas con mayor frecuencia: la tingua celeste (Porphyrio flavirostris) y la tingua enana o piquiroja (Mustelirallus erythrops).

Estas especies de tingua, tienen características muy similares en algunas etapas de su vida, y por ello la importancia de marcar diferencias e informar que la ruta de atención en caso de desorientación es la misma. Ver Me encontré una tingua azul.

Durante 8 años el programa #SOSTingua ha recibido reportes de tinguas azules desorientadas que anualmente ascienden a casi 300. En estos 8 años, tan solo habíamos recibido 2 reportes de Mustelirallus erythrops (2018 al 2021) y un solo reporte de Porphyrio flavirostris en el año (2018).

Curiosamente para el año 2021 alcanzamos a recibir 6 reportes de flavirostris en tan solo una semana, lo que podría ser un indicio de incremento en la llegada de esta especie a la ciudad y de aumento en la desorientación de la misma.

La preocupante situación de los ecosistemas de la ciudad, cada vez más rodeados por construcciones en altura, y con ventanales extensos que propician el efecto de continuidad de paisaje, ha sido la causa de estos reportes.

Quedan varias opciones, la primera es que de manera pronta, las entidades ambientales competentes, generen normatividad en torno al uso de estos elementos, y optar por alternativas simples como las calcomanías en ventanales para prevenir la colisión. Ver Aves y ventanales en Bogotá. Además de proteger los humedales y evitar más alteraciones en los mismos.

A continuación algunas características importantes de estas tres especies:

Tingua celeste (Porphyrio flavirostris)

Es un ave con presencia en América, que llega a medir entre 23 y 26 cm, que es observada sobre todo en zonas cálidas, en pantanos, humedales, zonas inundables y en ocasiones en pastizales, en los cuales encuentra su alimento.

Tingua enana o Polluela piquiroja (Mustelirallus erythrops)

Es un ave que llega a medir entre 18 y 20 cm, de la familia Rallidae, con distribución en América. Es un ave poco frecuente, de la que aún se desconocen muchos de sus hábitos. Sin embargo, también habita en pastizales, humedales, zonas inundables, pantanos, y con frecuencia se oculta en la vegetación acuática.

Tingua azul / Calamoncillo americano (Porphyrio martinica)

Tingua azul juvenil, Foto: Jorge Emmanuel Escobar

Es un ave que llega a medir hasta 33 centímetros, con colores llamativos (azul, verde, violeta) únicamente en su edad adulta, en la época juvenil su plumaje es pardusco por lo que se puede confundir con facilidad con la Porphyrio flavirostris. Realiza migraciones locales, y en las mismas, es posible avisarla en zonas de pantano, humedales, pastizales.

Ver registros de Tingua azul en los humedales de Bogotá.

Las tres tinguas similares

Estos días hemos visto varias publicaciones donde confunden a las tinguas azules con otras especies… Así que aquí les traemos una pequeña comparación, sabemos que son muy similares. Y todas llegan a Bogotá…